Créele a tu alma

Hay situaciones tan difíciles y dolorosas que uno siente o piensa que te van a destruir o que no vas a poder. Yo he vivido cosas así y estoy segura que cada uno de nosotros mas de alguna vez hemos estado de pie frente a un tunel sin salida, frente al dolor desgarrador, frente a la soledad y el abandono mas intenso.

A veces sentimos el final del camino o que ya no sabemos como llevarlo. Sin embargo yo aprendi algo cuando me tocó vivir lo de la clínica, eso de casi morirme y mi hijo recien nacido (una cosa poca jajaja). ... Hay una fuerza increíble en nosotras, como mujeres, en nuestro ser femenino y vulnerable, una fuerza y valor que proviene del alma.... hay un amor inmenso, un movimiento de vida que se expresa cuando nada parece tener salida... una lucidez, una claridad.... llega, en un momento llega y vas a saber claramente hacia donde ir o que hacer.

Mi propio proceso doloroso, no terminó el día que Julián fué dado de alta, 1 año después no encontraba sentido a mi vida, estaba enojada con la vida, estaba enojada con Dios, enojada con mi familia, los médicos, conmigo misma... me preguntaba ¿porque no habia muerto mejor? Sentía todo oscuro y sin sentido. No estaba feliz y radiante como cuentan los que han vuelto de la muerte, estaba gris y cansada.... me di cuenta que toda la vida había vivido a medias, que siempre había querido morir o ya estaba media muerta desde mucho antes de llegar a pabellón. Julián, el mas chico de mis hijos tiene ahora 2 años 3 meses... y ha sido el proceso mas intenso de mi vida.

Volver a enamorarme de mi vida, habitarme de nuevo, estar conmigo misma, con mi cuerpo, y luego con mis hijos, con mi marido... con mi trabajo. El sufrimiento a veces es un sufrimiento del alma, uno que no se ve. Tuve que morir, renacer, encarnarme nuevamente y parirme YO MISMA... para tomar nuevamente mi vida. Tuve que dejar atrás lo que me hacía daño de mi misma y no ha sido fácil. Porque muchas veces estamos tan acostumbrados a lo conocido o al dolor que se nos hace más fácil quedarn

os ahí mismo sufriendo, que dar unos primeros pasos hacia la VIDA.

A veces siento que tengo lo misma edad de mi hijo... sorprendiéndome con todo, gozando cada día... con un toque de imprudencia, inocencia y confianza; es como borrar todo y volver a pintarlo de colores nuevos, asombrándome, mirando con nuevos ojos y riendo... Dios nos da la oportunidad de renacer cada día.

Creo que no todo el mundo necesita pasar experiencias extremas como yo o como muchos para darse cuenta lo vivo que puedes estar, lo bien que puedes sentirte, lo mejor que puedes caminar en la vida. Siempre pienso que hay una forma de hacer las cosas diferentes, vivirlas diferentes... y esa forma la sabe nuestra alma, nuestra gran maestra.

Créele a tu alma.